En una carta firmada por alcaldes, dirigentes de ollas comunitarias y funcionarios de la salud, suscribimos y enviamos hoy una carta a la máxima autoridad del país para solicitar que el gobierno establezca un Ingreso Familiar de Emergencia universal, aplicable al 100% de las personas más vulnerables inscritas en el Registro Social de Hogares, sin letra chica ni burocracia, entre otras medidas para paliar la grave crisis económica y sanitaria de los municipios más vulnerables.
Los ediles insistieron en que el gobierno debe abrirse a apoyar un Plan Clase Media de verdad, un plan que beneficie a todas aquellas familias que hoy quedan fuera del IFE y que sufren los estragos de un desempleo de dos dígitos y la falta de ingresos, a través de:
• Congelamiento de la liquidación de hipotecas, mientras dura la emergencia
• Postergación del pago de capital e intereses de cuotas de crédito hipotecario contraídos antes del 1 de abril de 2020, con garantía del Estado, con tope hasta +/- 3000 UF de tasación fiscal
• Postergar pagos de servicios básicos imprescindibles
• Postergar el pago de capital e intereses de créditos de consumo con garantía del Estado con tope hasta cierto monto
También solicitaron un plan de ayuda para familias emprendedoras, así como para trabajadoras y trabajadores, entre las cuales destacan:
• Fomentar el resguardo de las familias en sus casas y entregar $100.000 pesos extra por familias en 80% más vulnerable que respeten cuarentenas y emprenden desde el hogar.
• Apertura de línea presupuestaria para implementar empleos de emergencia temporal a través de las Oficinas Municipales de Información (OMIL)
• Habilitar a trabajadores y trabajadoras suspendidos por más de seis meses que accedan a la mitad del seguro de cesantía, salvo a la parte del aporte del Estado.
Por último, plantearon un plan de mayores transferencias presupuestarias a los municipios más vulnerables para generar ayudas sociales directas a familias más afectadas por la crisis social y sanitaria, y mejores condiciones de acceso, atención e infraestructura de salud primaria como primera línea de combate al coronavirus y ahora la influenza.